La tristeza es mar e inunda todo

Tere Santana
2 min readMay 13, 2022

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El dolor se mete hasta las entrañas. De vez en cuando siento que lo traigo encarnado, ¿y cómo no? Una no puede aprender a vivir en este mundo tan cruel sin tener tatuada la tristeza en la cara, en las manos, en las piernas, en los pulmones, en las venas, en la sangre. Y es triste, es muy triste pensar que somos tristeza encarnada, ¿pero cómo más se puede vivir en un mundo que llama rebeldía a la existencia? Un mundo que llama rebeldía el migrar, el habitar un espacio que has habitado por años, sólo por no poder pagarlo, un mundo que llama rebeldía a tu derecho al consumo de sustancias de forma recreativa, un mundo que culpa a lo anterior de tu asesinato.

Cargo tristeza en los pies, cargo tristeza en las manos.

Cargo dolor ajeno y además cargo el mío.

Y cómo pesan, sofocan y alentan…

Cargo tristeza en mis palabras,

cargo tristeza en mis ojos.

Y a veces pienso que tal vez, yo misma soy tristeza y por primera vez, no quiero decirme que está bien ser tristeza, porque estoy harta. Porque esta tristeza no es mía, es colectiva y es un producto de una realidad violenta. Una realidad a la que diariamente me resisto a alimentar, una realidad que intento no construir y que por más que le intente escapar, me alcanza.

Y estoy triste, estoy triste por mí y por todes nosotres. Estoy triste porque ni un luto podemos hacer, porque jamás existió otro mundo. Estoy triste porque para intentar construir algo mejor, debo perseguir utopías y nombrarlo así, me recuerda que será imposible alcanzarlas.

Estoy triste porque el mundo me queda grande, porque los mares también están llenos de tristeza, igual que la tierra y que el cielo, igual que todes nosotres.

Estoy triste porque el mundo me queda grande y aunque intente abrazarlo completo, sigo siendo chiquita y aunque a veces encuentro consuelo en mi tamaño, hoy no…

Hoy sólo me siento triste,

me siento incapaz,

me siento sin agencia,

y es que cómo voy a tener agencia en un mundo tan voraz.

Ya no llores llorona, mi gente lucha contra leyes racistas… y clasistas y homofóbicas y bifóbicas y machistas y xenófobas y también contra las guerras y los feminicidios, y aquí namás se lucha y lucha y la vida se nos va luchando.

Ay latido, ay latido, ay latido latido de corazón
Que se acabe La Bamba
Que se acabe La Bamba de corazón

Ay, arriba y arriba ay arriba y arriba y arriba arriba iré
Yo no creo en fronteras
Yo no creo en fronteras
Yo cruzaré, yo cruzaré, yo cruzaré

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Tere Santana

Un día empecé a escribir y me di cuenta que era el mejor método para desmarañar mi cerebro. De ahí nunca paré.