La isla del Sol

Tere Santana
3 min readSep 6, 2023

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Cuando fui a Alemania, sentí que pude recoger un montón de pedacitos de mi corazón que llegaron ahí por la migración. Nunca pensé que 4 años después -otra vez- un pedazo grande de mi corazón tuviera planes de irse a esas tierras lejanas. Al parecer Alemania tiene un magnetismo que yo no termino de entender.

Muchos martes han pasado, en la sala, en el piso, en mi cama. Entre abrazos, risas, lagrimas, chismes y mucho amor. Hace no mucho escribí que mis vínculos más duraderos, son aquellos que se han permitido transformarse libremente, los que fluyen con el viento aunque les cueste trabajo. El nuestro es uno de esos. Han pasado los años y hemos aprendido a estar juntes. La carta astral ya sabía de nuestra compatibilidad y, aunque nosotres también, siempre nos fue difícil encontrar un punto medio, ya sea por nosotres o por lo externo.

Ahora, aquí, en esta isla que logramos construir entre tu territorio y el mío, en esta isla que es nuestra, me preparo para la despedida…

una vez más.

Siempre me he cuestionado, cuántas despedidas soportará este ser de 1.56cm y es que al final de cuentas la vida se trata de abrir y cerrar la puerta porque la gente entra y sale.

Contigo aprendí a dejarla abierta.

Durante muchos años me estuve preguntando qué es el amor, y no fue hasta que nació nuestra isla que entendí que mi pregunta tal vez no es qué es el amor, sino cómo lo quiero vivir. La respuesta la aprendí contigo. Entendí qué es la libertad, qué es el acompañamiento, la compersión, el amor que fluye y te deja ser. Entendí que te quiero y me quieres y que eso no tiene absolutamente nada que ver con les demás. Entendí que nuestra isla es nuestra, sólo nuestra. Que hay más islas quizá, pero no existe otra que habitemos les dos. Entendí que para compartir hay que soltar, porque realmente no tenemos nada, sólo recibimos lo que se nos da, pero eso no nos hace propietarios de eso.

Y al contrario de lo que mucha gente ha dicho, a mí no me da miedo tu libertad.

Saberte libre visibiliza que el que me tengas en tu vida es una decisión.

Que el amarme y cuidarme no es una obligación.

Saberte libre me hace saberme libre y amarnos desde ese lugar, en esa isla y recorriendo otras, ha sido verdaderamente transformador.

Amo, abrazo y celebro tu libertad.

Tengo ganas de poner en palabras todo lo que he aprendido y he vivido contigo, pero al final, 4 años de ir y venir no caben en una hoja. Lo que sí cabe son algunas lágrimas, mi tristeza, mis adioses y un cachito de mi amor.

Te llevas un pedazo de mi corazón a las alemanias, así como la gente se lleva pedazos del muro de berlín a sus casas

Se queda aquí la isla, esperando a tu regreso para habitarla juntes

Se queda aquí el gato que va a extrañar tu presencia y tu amor (aunque te de alergia)

Se queda aquí coyacán, tlacoquemecatl, la narvarte, la roma, CU y todos los lugares que pisamos juntes

Se quedan aquí las calles de nuestro mapa

Se queda aquí nuestro mapa

Se quedan aquí nuestros martes

Me quedo aquí yo

Este cuento dio su inicio en tiempo ya pasado
Y lo recuerdo, mis tesoros en el mar están enterrado’
Enredamos los caminos como nudos bien atados
Como esa consciencia donde parece planeado

Chocan las copas, quiebran los cristales
En el pecho fuegos artificiales
Sin señal, va sin fotos ni postales
Los recuerdos me los guardo yo y me corren por la sangre

Mi corazón guardó recuerdos de los dos
Como una herida abierta, como una ilusión

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Tere Santana

Un día empecé a escribir y me di cuenta que era el mejor método para desmarañar mi cerebro. De ahí nunca paré.