instrumentalización romántica

Tere Santana
3 min readAug 15, 2024

--

Qué fuerte el ejercicio de amar y de dejarse amar

Es dejar a alguien atravesar entrañas, rozar células, habitar cavidades

Es dejarnos explorar, conocer, vulnerar

Es dejar a otrx habitarnos,

dejarle construir rutinas dentro nuestro,

es dejarle decorar,

pintar.

Dejarle habitar.

Me gusta que mi ser sea un espacio para las personas que amo,

me gusta ser casa,

que me habiten,

me gusta que se sientan cómodes y que vengan y vayan.

tal vez por eso me dolió tanto cuando, sin previo aviso, te saliste

te fuiste y me dejaste,

con tu habitación hecha un desastre

dejaste cuadros

canciones

discos

dejaste rutinas, lenguajes, mundos

Alguna vez me dedicaste un poema, un poema que se me enraizó dentro.

Hicimos todo eso, un diccionario, un museo, desvelos, libros de historia…

sólo, nunca me avisaste que la consecuencia de que estos últimos tuvieran una página final, implicaba la quema de libros completa, sin si quiera pensar si podría haber un segundo tomo con algún otro final.

Hicimos todo,

construimos mundos, países, familia

Hicimos todo

y rompiste todo

inecluyendo una parte mía

Rompiste nuestros domingos de juegos de mesa, nuestra co-crianza gatuna, rompiste mi confianza y el acuerdo de cuidado implícito. Me traicionaste y lo sabes, traicionaste mi confianza y mi amor, no sin antes haberte encargado de construir una nueva realidad en donde nada de esto existía, incluida yo.

Y de pronto me encuentro preguntándome por qué aún estoy enojada, por qué aún me duele.

Y de pronto sigo sin entender cómo pudiste descuidar todo de una forma tan radical. Hiciste camino para que alguien que me hirió me volviera a herir, y de paso, acabaste con nuestra relación. En dos meses cambiaste lo que pensabas de mí, después de compartir vida por años.

Aún no logro entender cómo creías que después de todo eso íbamos a ser amigues, como si el ser amigues sólo se diera al nombrarlo, y no por la intención de cuidado que se le pone a la relación.

Fue dolorosísimo sentir que cuando dejé de tener un vinculo romántico contigo, dejé de existir para ti, dejé de ser sujeta de cuidado, de cariño, de consideración.

Y de pronto me encuentro preguntándome por qué estoy tan lastimada, por qué aún me duele.

Un día ví este post

y me dolió tanto. Me dolió saber que yo no quiero tener a tu versión actual en mi vida, esa versión tan descuidada y desentendida. Yo no quiero construir contigo, no quiero a esa persona que has sido conmigo el último año. Yo nunca pensé eso, ¿sabes?, yo pensé que cuando decíamos que queríamos estár juntes, lo decíamos en serio. No que venía desde un lugar donde ese “juntes” estaba condicionado a un tipo de relación. No que después de que “ese tipo de relación” terminara sólo proseguía recibir descuido.

Yo no pensé que

cuando te dejé atravesar mis entrañas,

rozar mis células,

habitar mis cavidades

cuando te dejé explorar,

conocer,

vulnerar,

cuando te invité a habitarme

cuando construiste rutinas dentro mío…

Yo no pensé que me ibas a lastimar tanto,

yo no pensé que me ibas a descuidar

Yo no pensé que te irías, dejando las paredes pintadas y nuestras fotos colgando

Yo no pensé que te irías sin decir adiós y cerrando posibilidad de diálogo

Yo no pensé que te irías directo a habitar la traición

y regresar sólo al sentirte descubierto,

para intentar mitigar los daños,

sin un perdón

sin una verdadera intención

Y creo que al final, lo que más me duele, es pensar que yo sólo era la instrumentalización de tu deseo de romance, más no esa persona que decías amar.

--

--

Tere Santana

Un día empecé a escribir y me di cuenta que era el mejor método para desmarañar mi cerebro. De ahí nunca paré.